En el verano de 2008, tuve el placer de poder visitar la capital de provincia de Ontario; Toronto.
Podría definir esta ciudad canadiense como excepcional; la verdad es que me enamoró.
La zona comercial más importante se encuentra en "Dundas Street". Es un área artísticamente muy viva; en ella podemos tropezar con gran cantidad de músicos y pintores callejeros.
En una excursión en barco, tomé una fotografía que define la ciudad de Toronto; altas y sofisticadas construcciones. En esta imagen, podríamos destacar el Rogers Center; edificio blanco que recuerda a la forma de un ojo y cuyo techo se puede deslizar atendiendo a las condiciones climatológicas. Pero, sin lugar a dudas, lo más representativo de Toronto es la CN Tower; es la cuarta torre más alta del mundo con una altura de 533,33 metros y está destinada a las telecomunicaciones. Cuenta con un observatorio que nos ofrece unas vistas espléndidas de la ciudad.
Por último, uno no se puede ir de Canadá sin haber visto las "Niagara Falls"; un pequeño grupo de cascadas situadas en el río Niágara en la zona oriental de América del Norte, en la frontera entre los Estados Unidos y Canadá. Se encuentran a unos 236 metros sobre el nivel del mar y su caída es de aproximadamente 52 metros. La experiencia de navegar cerca de ellas la puedo resumir en un palabra; impresionante.
Siempre relaciono Niágara con la mítica película de Marilyn Monroe y la escena final. Envidiable viaje.
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