Hace ya meses que estuve en el Museo del Prado en Madrid. Era la segunda vez que iba, y supongo que no será la última porque la cantidad de obras que allí se encuentran es demasiado grande, no sólo para verlas todas, sino también para disfrutarlas y observarlas con detenimiento. La cantidad y la calidad de las obras es lo que define El Prado.
No está permitido hacer fotos dentro de las exposiciones pero pude hacer una del nuevo vestíbulo que forma parte de la ampliación llevada a cabo por Rafael Moneo.
Puedo mencionar algunas de las obras que más me impresionaron, no solo por haberlas visto infinidad de veces en mis libros de historia desde Primaria, sino también por ser auténticas obras maestras y unos de los legados más valiosos que ha dejado el ser humano.
"El lavatorio" de Tintoretto: escena de la Última Cena en la que Jesús se dispone a lavar los pies a San Pedro.
"El jardín de las delicias" de EL Bosco: tríptico que representa el pecado del hombre y su final castigo.
"Las tres gracias" de Rubens: un cuadro que inspira felicidad y sensualidad.
"Las meninas" de Velázquez,: destaca la atmósfera de la habitación y la representación de la resplandeciente infanta Margarita.
"Los fusilamientos" de Goya: transmite todo el sufrimiento y desagrado de la Guerra de la Independencia.
Sí, lo cierto es que al Museo del Prado hay que ir en más de una ocasión. Tiene obras extraordinarias de las que has hecho una buen selección. Por cierto, Guerra de la Independencia.
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