Piranesi, no destacó por su labor como arquitecto, sino más bien es recordado por su trabajo como teórico de la arquitectura, plasmada y recopilada en su grandísima colección de grabados.
En sus primeros grabados, pretende negar el tópico neoclásico de la superioridad de la cultura griega sobre la romana. Para ello, desvincula el arte romano de la cultura griega, y lo relaciona con el arte etrusco y el arte egipcio; representando aquellos rasgos característicos que más le interesan.
De entre estos primeros grabados, destacan las 'Vedute di Roma', vistas de la ciudad en la que aparecen los monumentos más relevantes y destacados de la cultura romana. Sin embargo, en la representación de estos grabados se advierte una cierta melancolía hacia el pasado, tiempo glorioso para el Imperio Romano, mediante el recuerdo de un legado decadente y abandonado a la suerte de las transformaciones de los años.
No obstante, son mucho más sorprendentes sus grabados de la colección "Carceri d'Invenzione", pintados a la temprana edad de 25 años tras marcharse de su ciudad natal, Venecia, a la capital.En estos grabados se ve el tono pesimista neorromántico de sus grabados. Espacios angustiosos, oscuros, laberínticos rodeados de una compleja arquitectura que asfixia, pasillos, escaleras sin destino, objetos punzantes, cadenas, estatuas...; estos espacios sobrecogedores,caóticos y laberínticos plasman los sinsentidos de la vida, las frustraciones humanas, la oscuridad. En definitiva las sombras y los vacíos de los artistas en el Siglo de las Luces, condenados a vivir bajo unos convencionalismos estereotipados.
Observando este grabado, podemos observar cierta influencia en cuanto a la 'estructura' con un conocidísimo
grabado de Escher: "La cascada".
Este pesimismo, exportado al ámbito español, tembién está presente en la obra de Francisco de Goya, quien tuvo que vivir la realidad en la España despótica del s.XVIII, mientras que sufría la pérdida total de la audición tras una larga enfermedad. Su pintura y sus grabados también tomaran un cariz romántico, meláncolico y hasta cierto punto oscuro, a partir de la Guerra de la Independencia.
Capricho 43 de Goya: 'El sueño de la razón produce monstruos'
Esta tendencia romántica, nacería en la Alemania y la Inglaterra del siglo XIX, unida a un fuerte movimiento literario. Décadas después, ya en el siglo XX, artistas como Francis Bacon, con una pintura entre el expresionismo y el racionalismo donde se refleja la fragilidad humana.
Autorretrato de Francis Bacon
Muy bien, Magiademedea. No te negaré que me ha alegrado ver esta entrada que le has dedicado a Piranesi y que, en realidad, tanto tiene que ver con la arquitectura y su percepción.
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